incontinencia
Aprender Salud

Después de los 70: Incontinencia: ¿cómo mejorar?

No es algo normal del envejecimiento, afecta la calidad de vida y la autoestima. Se puede mejorar o, incluso, evitarla. Algunas recomendaciones.

“Es un problema frecuente de las personas mayores, tanto hombres como mujeres. Sin embargo, solo la mitad de casos suele consultar por este motivo debido a incomodidad, vergüenza y falta de información acerca de los tratamientos posibles.”

La pérdida involuntaria de orina no es algo normal del envejecimiento sino un problema que debe ser evaluado, ya que tiene tratamiento. En esta nota exploramos las diferentes causas y las opciones disponibles en la actualidad para mejorar, según las recomendaciones de los profesionales de la Sección Medicina Geriátrica, del Servicio de Clínica Médica.


¿Qué tipos de incontinencia existen? 
Cuando la incontinencia está relacionada con dificultades en el acceso al baño/toilette se llama funcional. Pero las vinculadas a situaciones físicas se clasifican en:


Incontinencia de esfuerzo. Es la que se produce ante maniobras que aumentan la presión en el abdomen como hacer ejercicio, toser, estornudar, reírse o levantar algo pesado. Suele ser más frecuente en el sexo femenino.

Incontinencia de urgencia. Se presenta como episodios recurrentes de un deseo incontrolable de orinar que habitualmente comienzan en forma brusca y no dan tiempo a llegar al baño. En general también se asocia a aumento de la frecuencia para orinar durante el día y la noche, pudiendo interrumpir el sueño o mojando la ropa de cama. Suele ser más frecuente en el sexo masculino y empeora si la persona tiene sobrepeso, estreñimiento, diabetes o si fuma, consume alcohol, cafeína y bebidas azucaradas.

Suele afectar la autoestima, generar aislamiento social, dificultades en la vida sexual o laboral y puede llegar a generar ansiedad y depresión.

¿Cómo estar mejor?


Para evitar o mejorar la incontinencia de orina existen técnicas que pueden resultar de mucha utilidad. También se dispone de múltiples opciones para el tratamiento que incluyen medicamentos, estrógenos locales, técnicas o dispositivos, tratamientos mínimamente invasivos y cirugías. De aquí la importancia de mencionar el tema en la consulta con su profesional de confianza. Algunas ideas que pueden ser de utilidad:

Entrenar la vejiga. Consiste en organizar un esquema de micciones programadas, de modo que se realice una visita al toillete con un intervalo fijo (al inicio se recomienda una o dos horas). Durante el intervalo entre cada micción se debe intentar retener la orina, pueden utilizarse técnicas de relajación y combinarse con ejercicios de contracción de músculos del piso pélvico. En los horarios de micción programada se debe ir al baño y vaciar la vejiga, aunque no tenga deseo de orinar en el momento. A medida que se va logrando un control de la pérdida involuntaria de orina, se recomienda ir extendiendo los intervalos en forma gradual y progresiva, hasta lograr intervalos de 3 a 4 horas que es lo que se considera normal.

Ejercicios de contracción y relajación del piso pélvico. Estos se deben hacer 10 veces inicialmente 3 veces por día, intentando generar una contracción sostenida de 8 a 10 segundos en cada repetición. Estos ejercicios también se pueden realizar en forma supervisada con un terapista o con diferentes dispositivos.

Convivir mejor con el problema. Existen dispositivos y productos que pueden mejorar la higiene y la calidad de vida de las personas con incontinencia urinaria. Estas opciones incluyen diferentes productos absorbentes como apósitos, zaleas descartables o pañales para adultos, dispositivos externos anatómicos para hombres o mujeres, catéteres, obturadores, así como también elementos de ayuda que facilitan el acceso al toilette como orinales, urocolectores y baños portátiles. Todas estas alternativas se pueden utilizar en forma combinada y para diferentes situaciones cotidianas.

Tomar un rol activo como paciente o cuidador. Solicitar información, investigar todas las alternativas de tratamiento o ayuda disponibles y aprender a combinar cada una de ellas en diferentes situaciones de la vida cotidiana, de modo que se pueda lograr un menor impacto a nivel personal y social. También existen organismos, asociaciones de pacientes y sociedades internacionales que podrían ser de utilidad.

La incontinencia urinaria se asocia a mayor riesgo de lesiones en la piel (celulitis o dermatitis), duplica el riesgo de caídas y aumenta el riesgo de fracturas.

 

incontinencia

 

-

Contenido educativo para pacientes, basado en los conceptos provistos por los profesionales del Servicio de Clínica Médica, Sección Medicina Geriátrica, elaborado por el Área de Educación para la Salud, Hospital Italiano de Bs. As. Este contenido es de índole general y no reemplaza las indicaciones particulares de los profesionales.

Actualización: Junio 2024