Medicación a lo largo del tiempo - neumonologia

Administrando la medicación a lo largo del tiempo

La toma de remedios “crónicos” supone un doble desafío: llevar adelante el tratamiento indicado con seguridad y, al mismo tiempo, no vivir pendiente de la toma.

¿Cómo organizarse, trabajar en equipo con el médico y evitar o prever olvidos?

 

Este tema es muy importante para vos si:

 

  • Te recetaron medicamentos durante una internación reciente en el Hospital.
  • Tomás 5 o más medicamentos.
  • Tomás medicamentos para 3 o más problemas de salud.
  • Más de un médico te receta medicamentos.

 

Hay situaciones que exigen la toma de remedios por largo tiempo, especialmente cuando se trata de enfermedades llamadas “crónicas” o en otras situaciones particulares. Los tratamientos son seguros cuando se cumplen las indicaciones, ya que la mayoría de los medicamentos han sido diseñados para tomarse en forma permanente, bajo la supervisión del médico y la mirada atenta del paciente (que permite detectar si un remedio produce efectos colaterales).

 

Aquí compartimos cuatro conceptos de importancia.

Los cambios en tu vida cotidiana pueden influir en su efecto. Comentale a tu médico si cambiaste drásticamente tu dieta, tu peso o tu actividad física, ya que esto puede cambiar la potencia de los remedios que tomás (especialmente si tomás anticoagulantes o remedios para la hipertensión arterial o diabetes, por ejemplo).

Es un traje a medida. Pocos remedios son “de por vida” y es importante chequear periódicamente lo que se toma. El médico evaluará la utilidad de la medicación a lo largo del tiempo porque algunas situaciones pueden cambiar y modificar la indicación. 

Cuando haya que incluir un medicamento nuevo, repasá con tu médico el conjunto de lo que ya tomás.

Posibles efectos secundarios. Al iniciar un tratamiento es útil conocer cuáles pueden ser los más frecuentes efectos adversos de una medicación y qué hacer en caso de que se presenten. Hacé memoria con tu familia y comentale al médico si creés haber experimentado alguna reacción adversa a cualquier medicamento que hayas tomado en el pasado.

Conservación segura. Guardá los medicamentos dentro de sus envases originales etiquetados, así podrás identificar las pastillas y seguir las indicaciones correspondientes. Si en tu casa otra persona tiene remedios, elegí un lugar bien diferenciado para evitar confusiones. Además, procurá conservarlos en un lugar fresco, seco y lejos del alcance de los niños.

 

 

¿Cómo prever y registrar los olvidos?

 

Para que los remedios sean efectivos hay que tomarlos en el momento que están indicados. Cada día, todos los días. Sin embargo, los olvidos no son todos “malos”, uno tiene derecho a olvidarse alguna vez. ¿Cómo organizarse para no vivir pendiente de ellos y seguir el tratamiento con seguridad?

 

  • Para prevenir olvidos. Unir la toma a una rutina diaria ayuda mucho (por ejemplo a la mañana, cuando se lava la cara o los dientes). Otro recurso es utilizar la alarma del celular u otros dispositivos. Y cuando son varias tomas, el pastillero puede ayudar (pregunte a los farmacéuticos qué remedios pueden ir al pastillero). Estos y otros recursos prácticos tienen la bondad de aliviarnos, dejar de estar pendientes y a la vez cumplir con el tratamiento.

 

  • Cuando se sospecha que hay olvidos. Sirve llevar la cuenta de la cantidad de comprimidos que tomaste en un periodo para saber si hubo olvidos: anotá en la caja la fecha del día que se abrió y así calcular cuándo habrá de terminarse. Aquí puede ser de mucha ayuda la colaboración de la familia. Por ejemplo, si la caja trae 30 comprimidos y comenzaste a tomarlos a principio de mes, para fin de mes deberías terminarla. Contá cuántos quedan para saber cuántos olvidaste tomar.

 

  • Si detectás un olvido. Es importante saber qué hacer con esta toma y cómo continuar. Esto depende de lo que estás tomando. Consultalo con tu médico.

 

 

Mejor todo por escrito: cuando salís de la consulta, es importante llevarte anotadas las indicaciones nuevas ya que es muy fácil confundirse.