"La idea de cuando nos vamos de viaje es disfrutar las vacaciones y que los problemas con la hipertensión no interrumpan ese disfrute", señalan los profesionales de la Sección Hipertensión Arterial del Servicio de Clínica Médica. Reunimos algunas ideas que pueden ser de utilidad.

• Cuando uno se encuentra en tratamiento hace mucho tiempo, ya automatizó muchas prácticas cotidianas, por lo que el paciente ya sabe que no hace falta comer pan o que no debe comer snacks.
• La idea es poder cuidarse para que la hipertensión no sea un interruptor del disfrute en las vacaciones. Cuando se viaja o se come afuera, la dieta suele hacerse más laxa y se come con más sal,
• No hace falta estar pendiente porque comí tres días con más sodio de lo habitual y al cuarto me subió la presión, porque también hay que poder disfrutar las vacaciones.

Nos vamos a acordar que somos hipertensos en el momento que apartemos la panera en el restaurante. "Pero que sea limitado a determinadas situaciones. No es una vacación de la hipertensión tampoco, pero es convivir con la enfermedad crónica. Si tengo presión alta, tengo que poder seguir con mi vida a pesar de esa situación."

A favor, en las vacaciones se camina más o se hace más actividad física al aire libre. "Todo eso ayuda al bienestar. La idea es no obsesionarse con la presión."

Los remedios, tratar de respetar la toma diaria. "Es importante tener cuidado con la toma de remedios, así como algunas medidas simples preventivas como pensar cuántos días se viaja o la cantidad de medicación que debe llevar para que no falte."

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