EPOC y ejercicio: “¡a moverse! que no cura pero sana”
¿Sabías que la actividad física puede mejorar la vida cotidiana de personas con esta enfermedad crónica?
En esta nota, Imelda, una de nuestras pacientes te cuenta su experiencia.
Ella comienza diciendo: “Abuela, ¿por qué estás siempre sentada?”, escuché una vez. Mis nietos me hicieron dar cuenta, fueron ellos los que me llevaron a preguntarle a mis hijos: “¿Ustedes me ven así como los chicos?”. “Bueno mami, al fin te diste cuenta, no estás bien...”, me respondieron. Y una de mis hijas me ayudó a comenzar la rehabilitación pulmonar”.
Imelda tiene un grado avanzado de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Esperamos que su testimonio te motive en el desafío de convivir mejor con esta enfermedad.
- ¿Soy EPOC? Si yo me siento bien... “Hace dos o tres años, después de una neumonía muy seria, los médicos me diagnosticaron la enfermedad. En ese momento fui totalmente inconsciente de la diferencia entre tener neumonía y tener EPOC, era darle un título a lo que yo ya estaba acostumbrada, que era convivir con recaídas, idas y venidas”
- Sin darme cuenta, llegué a tener una gran depresión, no tenía fuerzas. “Los días pasan y uno no logra visualizar los momentos, pero me iba dando cuenta que iba perdiendo las ganas de hacer cosas, no tenía ganas de salir de mi casa, de salir al jardín, de bajarme de la silla. Hasta llegué a colocar una silla para hamacar a mis nietos en el jardín, no tenía fuerzas...”
- “Imelda, subí a la cinta” Cuando me dijeron que la rehabilitación se trataba de ejercicio yo no entendía, si no podía pararme de la silla, ¿cómo iba a caminar? Pero me explicaron bien, me ayudaron con oxígeno y empecé también a levantar pesitas.
- ¿Sin una pastilla, sin una inyección? Yo llegaba a casa como un nene que va al jardín y descubre que puede agarrar un lápiz y escribir. Les comentaba a las chicas de la recepción: “No puedo creer que sin una pastilla, sin una inyección, más allá del paf, sólo con la actividad física pueda levantarme el ánimo”.
- Tengo que tener fuerza porque se lo merecen mis hijos. “Ahora que pasaron tres meses y terminé la rehabilitación quiero volver a mi casa y hamacar parada a mis nietos. Me voy con alegría y pensando en cómo continuar con la actividad física porque no quiero pasar más por lo que pasé. Tampoco quiero dar consejos pero, más allá de dejar de fumar, más allá de todo, ¡muévanse! Y a la silla déjenla a un lado, la silla es para sentarse a la mesa, para estar un rato charlando. Después a moverse. Moverse no cura... No cura pero sana. Y eso es importante”.
Para quienes tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la práctica de actividad física es una indicación de vital importancia para el tratamiento, sumado al correcto uso de los dispositivos inhalatorios.