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Aprender Salud

Meditación: ¿Un camino para aliviar el estrés?

¿Son estas prácticas milenarias un recurso útil para la salud y el bienestar? ¿Qué investigó la ciencia? ¿Es el mindfulness una moda?

El contraste es tan grande y evidente que resulta llamativo: silencio, paz y armonía rodean a un monje mientras medita en un templo. Imagen lejana, con cierto misticismo y, por oposición, en las antípodas del ruido y el caos que empapan a quienes vivimos en una gran urbe. 

En este contexto, las prácticas meditativas -especialmente el mindfulness- surgen como una tendencia creciente, un saber que llega desde Oriente y se vuelve un tentador atajo para encontrar la salida al agobio cotidiano. Sin embargo, ¿esto es posible? ¿De qué se trata?

Abrimos el juego y entrevistamos a la Licenciada Fabiana Reboiras, quien hace diez años se inició en estas prácticas, investigó el tema y se formó en el Center of Mindfulness de la Universidad de Massachusetts, creado por el Dr. Jon Kabat Zinn, médico pionero en investigar estas prácticas milenarias desde la medicina occidental.

Les proponemos, en esta nota especial, un acercamiento a las prácticas meditativas, el análisis de las principales investigaciones acerca de sus beneficios y algunos interrogantes que se plantean: ¿Hay un “mercado de la autoayuda” que está sobredimensionando el poder de la meditación para hacer crecer el negocio del bienestar ? ¿Existe el riesgo de que los cursos de reducción del estrés pongan demasiado énfasis en la responsabilidad individual del estrés y dejen de lado las condiciones sociales que lo propician?

¿La mente se puede entrenar?
“Pienso que todos tenemos crisis vitales, dudas acerca de para donde está yendo nuestra vida, y  etapas en las que nos sentimos muy desgastados, agobiados o con cansancio crónico. Fue en uno de esos momentos en los que empecé a indagar, primero en las prácticas del yoga y desde allí llegué a la meditación”, comienza relatando.

¿Qué son las prácticas meditativas? “Al contrario de lo que uno podría pensar, la meditación no es un proceso pasivo, sino una actividad dirigida, metódica. Su origen es milenario y nos llega desde en Oriente en las llamadas prácticas contemplativas.”

“Para mí, lo más valioso de la meditación es que desarrollás recursos para dirigir –un poco más- para qué lado van tus pensamientos. Es curioso porque uno está seguro de que puede entrenar un músculo. De que si va al gimnasio, podrá  aumentar los bíceps o los abdominales. Pero no piensa que puede hacer lo mismo con su mente.”

Un mono loco que hace lo que quiere. “Como occidentales, pensamos que la mente está por fuera de nosotros, es como un mono loco que hace (piensa) lo que quiere. Y, para mí, ese es uno de los aprendizajes de la experiencia meditativa, ver que puedo lograr controlar de cierta manera la catarata de pensamientos en la que muchas veces quedaba atrapada. Pero, para ell,o hace falta sumar horas de vuelo meditando. Hace falta esa práctica que nos permite darnos cuenta de la importancia, a veces excesiva, que le damos al mundo de los pensamientos”, señala

La meditación cultiva la curiosidad en uno mismo. Es volver a hacerse las primeras preguntas: ¿Quién soy?, ¿Para qué estoy acá? ¿Qué era es lo que importaba? (tal vez me distraje y ya no me lo pregunto más).

“Estamos gran parte del día pre-ocupados (ocupados antes de tiempo) y atrapados en lo que se llaman procesos de rumiación de la mente (overthinking, en inglés). Las prácticas meditativas nos ayudan a sacar la sobreatención en el pensamiento y llevarla, en principio, al cuerpo. Por eso, lo que se aprende en meditación no es a ser Buda sino a redireccionar la atención a las sensaciones físicas, a las emociones. Llevando la atención a la respiración como primer ancla, como primer escape del mundo de los pensamientos. Uno logra así obtener, en menos tiempo del que piensa, estados de alivio y bienestar.”

Introducción básica a la meditación. Aprendé lo básico en dos minutos haciendo clic en este video https://www.youtube.com/watch?v=wtRXzIt4qKM&feature=youtu.be

 

La mente es muy adictiva: cuando uno peor está, más se quiere quedar. “Es un círculo maldito, nosotros los occidentales le tenemos mucho miedo a los estados emocionales, somos el lugar del todo bien, ocultamos muchísimo los estados, nadie te dice: hoy vine con una depre, tengo un día... A eso le podemos sumar la presión que la sociedad actual, y cierto discurso positivo de autoayuda, que nos instalan la imperiosa necesidad de encontrar la felicidad ¡que es como la búsqueda del Santo Grial! 

“Nos preocupamos por estar preocupados y nos esforzamos por ocultar estados emocionales como la tristeza, la pena, la melancolía...La aceptación de esos estados cuesta mucho, no sólo manifestarlo exteriormente sino hacia nosotros mismos. Poder decirnos 'hoy estoy con tristeza, o con nostalgia... La voy a transitar, le voy a hacer espacio'. La meditación me ayudó a ser más genuina, al menos, conmigo misma”, relata la Lic. Reboiras.

Al principio uno dice que embole, esto es un aburrimiento y la mente se altera, como si dijera: “¿Qué estás haciendo? ¿Por qué no seguís dándome bolilla, que yo te quiero contar un montón de cosas?”

 

Cuanto uno más acepta los estados, mas rápido pasan. “Va a pasar la tristeza y también las grandes alegrías se van a ir. La frase Todo pasa, que ya forma parte de la sabiduría popular, es uno de los tesoros que me llevo de las practicas meditativas para mi día a día: la plena conciencia de la impermanencia de los estados, todos.” 

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Ir a las fuentes: su formación en Massachusetts
El lugar no es casual, Fabiana luego de formarse en Argentina fue a completar sus estudios como Instructora al Center of Mindfulness de la Universidad de Massachusetts, centro de referencia creado por el Dr. Jon Kabat Zinn, referente mundial en las investigaciones médicas relacionadas con meditación. 

Este médico norteamericano fue quien propuso, a fines de los setenta y siguiendo los estudios del Dr Herbert Benson de la Universidad de Harvard, incluir prácticas de meditación en el tratamiento de pacientes oncológicos, cardiológicos y con dolor crónico. Sus alentadores resultados llevaron a que otros investigadores profundicen el camino en el campo de los cuidados paliativos, el tratamiento de la obesidad, la depresión y los trastornos de ansiedad, entre otros.

Las investigaciones y sus resultados. En su artículo de actualización Prácticas meditativas para la reducción del estrés. El bienestar como competencia de los profesionales de salud, Fabiana Reboiras y Esteban Grzona introducen estos conceptos, dan cuenta de los avances en este campo y plantean la utilidad de aplicar estas técnicas a los profesionales de la salud en formación y en actividad, con el objetivo de disminuir el estrés y el llamado burnout o síndrome del desgaste profesional. 


Destacamos las investigaciones y sus resultados:
Paulson, Davidson y Kabat-Zinn encontraron que las personas que practican la atención plena tienen mayor actividad en la corteza prefrontal izquierda, un área del cerebro asociada a las emociones positivas. En otras palabras, estas personas experimentan un mayor estado de bienestar que los grupos de control. También, la práctica meditativa permite evitar y regular reacciones emocionales automáticas como la ira y la impulsividad. 

Del laboratorio al Himalaya. Un biólogo francés que abandonó su carrera científica y se concentró en la práctica del budismo tibetano en esa región, aceptó someterse a estudios de resonancia magnética que mostraron niveles muy superiores de emociones positivas con respecto a la población general. Lo más interesante fue que estos resultados también se vieron en meditadores novatos.

Una App para registrar lo que siento. En 2010 se publicó una innovadora investigación en la cual los participantes registraban lo que pensaban y lo que hacían en sus teléfonos. Los resultados evidenciaron que, el estar pensando en algo diferente de lo que se estaba haciendo, aumentaba los niveles de malestar. De allí el título del estudio: “una mente errante es una mente infeliz”.

Una revisión de 21 estudios. Sobre reducción del estrés basados en mindfulness, demostró que estas prácticas mejoran globalmente la salud mental y previenen las recaídas depresivas en grupos con dicha condición. Fue llevada a cabo en 2011. Ingrese aquí para leer el artículo completo 


Una crítica al mercado del sufrimiento, las soluciones mágicas y el “tú puedes”
A medida que las prácticas meditativas adquirieron popularidad, comenzó a aparecer un mercado que vende felicidad, falsos gurúes y soluciones mágicas. La Lic. Reboiras propone un llamado de atención.

“Llegué al Mindfulness con mucha precaución, ya que corre por un carril muy cercano a los espacios psicoterapéuticos. El Dr. Kabat Zinn, con quien coincido, dice que todos sufrimos o sufriremos. Es algo universal y que nos une a todos los seres humanos. Por lo tanto, hay un mercado muy grande, que mueve cifras millonarias, para ofrecernos soluciones para alcanzar la felicidad y evitar el sufrimiento. También los pseudo gurúes nacen como los yuyos, muy bien aconsejados por profesionales del marketing y la comunicación. Basta con recorrer las grandes librerías para comprobarlo”, explica.

¿Cómo puedo decirle a la gente que va a poder manejar su estrés meditando si trabaja 14 horas? “Cuando los espacios que ofrecen meditación están tan enfocados al autoconocimiento, fomentan el 'vos podés hacerlo, respirá profundo que vas a estar bien' , de alguna manera responsabilizan a los individuos acerca del control de su salud. Por eso hago este llamado de atención, hay que ponerle límites realistas a los beneficios a obtener con la meditación y estar atentos a no estar produciendo personas sobreadaptadas al estrés”.

El estrés, ¿fenómeno social o individual? “Estoy en un momento particular de crisis acerca de como puede ser se abordado el estrés. Partiendo de su definición y tratamiento, me parece que se ha medicalizado. Y, desde mi perspectiva, debería ser analizado más como fenómeno socio-laboral que como fenómeno individual.”

“Con este marco reflexivo previo, considero que se logran crear mecanismos protectores a través de la practica meditativa. Uno logra identificar cuales son sus principales estresores y analizar las posibilidades de evitación o afrontamiento (fly or fight, en inglés). En un tiempo corto uno adquiere pequeños nuevos hábitos que generan mayor bienestar. No hacen falta siete años en el Tibet para experimentarlo.”

Hay mucho que trabajar desde las políticas públicas y al interior de las instituciones para el cuidado de la salud de las personas. 

Uno puede meditar pero también salir a correr, hacer deporte, yoga, y experimentar todo ese proceso de “desengancharse” del mundo de los pensamientos. Esto no es la panacea, es un recurso más, muy potente.

 

Tenemos una gran deuda: investigar las transformaciones individuales, laborales y sociales de estas prácticas. “Me pregunto en qué medida estas prácticas meditativas colaboran a mejorar las condiciones sociales y laborales generales, no sólo la percepción de bienestar individual. El riesgo, me parece, es que se conviertan en dispositivos de descompresión individual inmediata, sin provocar transformaciones colectivas  significativas en la calidad de vida.” 

“Un ejemplo podría ser: medito antes de ir a la oficina  para aguantar un nuevo día de trabajo agobiante y así seguir procastinando, retrasando, decisiones y acciones que colaboren a mejorar mi salud y la salud de la comunidad. Sigo pensando que las prácticas meditativas son beneficiosas para la salud. Sin embargo, estoy cada vez más preocupada sobre los marcos conceptuales, teóricos, que generalmente las acompañan”, concluye.

 

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Era como entrar en un mundo esotérico
Por Fabiana Reboiras.

Mi formación es universitaria, en Ciencias de la Educación. Vengo del mundo de la discusión científica y sus consensos, siempre provisorios. Desde hace diez años hago cursos y retiros de meditación que incluyen formación teórica, además de prácticas, y es allí donde encontré las mayores diferencias. En la manera en que estos espacios abordan los marcos conceptuales en los que se apoya la práctica, que suelen ser eclécticos y de dudosa procedencia. Mezclas del Budismo y del Zen con ¨estudios¨ de las nuevas Neurociencias. Lo que más me preocupa no es su eclecticismo sino el modo dogmático de presentación, como sabidurías a ser aceptadas a modo de verdades. 

Con esa incomodidad y muchas contradicciones decidí formarme en la Universidad de Massachussetts, la ¨cuna¨ del mindfulness. Esa experiencia fue sin dudas muy valiosa y a partir de ella tomé importantes decisiones de vida. Pero se las otorgo más a las horas dedicadas a la práctica meditativa que a los marcos teóricos de esa formación académica, que siguió los mismos patrones y enfoques de las experiencias vividas en la Argentina. 

 

Para seguir leyendo: Las sombras del 'mindfulness'. El diario español El País publicó recientemente un artículo que da más precisiones acerca de su utilidad y los posibles efectos adversos así mientras que señala que “no es algo para hacer con los compañeros de oficina”. También destaca la falta de criterios en la formación de instructores que no hayan pasado por Oxford o Massachusetts. El artículo completo acá

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Publicado en Aprender Salud - Contenidos Educativos del Htal. Italiano de Bs. As. Julio 2022