Un ABC sobre apena obstructiva del sueño

Un ABC sobre Apneas obstructivas del sueño

La apnea del sueño es una patología que puede afectar la calidad del sueño, la capacidad de atención que se requiere para realizar de manera segura las actividades diarias normales y la salud a largo plazo. 

Aproximadamente el 25% de los adultos están en riesgo de tener apnea del sueño de algún grado. Los hombres son más comúnmente afectados que las mujeres. Otros factores de riesgo incluyen edad media y avanzada, sobrepeso u obesidad, boca y garganta pequeñas.

 

Qué son las Apneas del sueño?

Al dormir, una persona con apneas del sueño, presenta reducción o detención del aire que ingresa a sus pulmones con cierta frecuencia.

Hay dos tipos de apneas del sueño:

  • La apnea obstructiva del sueño, donde se produce un estrechamiento o cierre parcial (hipopnea) o casi total (apnea), de la vía aérea superior (en la zona de la garganta). Esto se debe a causa de una relajación excesiva de los músculos de esta zona. Es habitual que se acompañe de ronquidos.
  • La apnea central del sueño, no hay ninguna afectación anatómica en la vía aérea superior. Se producen pausas respiratorias porque el cerebro no envía el estímulo para respirar. Prevalece en pacientes que han tenido accidentes cerebrovasculares (ACV) y con enfermedades cardiológicas.

 

La entrada insuficiente de aire debido a la apnea o la hipopnea hace que los niveles de oxígeno en el organismo descienda, y nuestro cerebro al detectar esta anomalía, estimula a los músculos respiratorios, lo que provoca una respiración más rápida y fuerte, hasta que la vía aérea se vuelva a abrir. 

Por lo general, la obstrucción genera que la persona se despierte brevemente (suelen moverse algunos segundos) y en algunos casos, puede producir un despertar abrupto con sensación de agitación o ahogo. La mayoría de las veces, la persona se duerme rápidamente y no recuerda el evento.

Muchas personas con apnea del sueño no son conscientes de su respiración anormal durante el sueño, y todos los pacientes subestiman la frecuencia con la que se interrumpe su sueño. Los despertares frecuentes hacen que el sueño no sea reparador y causa cansancio y somnolencia diurna.

 

Qué síntomas puede dar?

Lo más característico son los ronquidos fuertes, el cansancio y el sueño durante el día, sin embargo, algunas personas no tienen síntomas.

El cansancio y la somnolencia tienen muchas causas y a menudo se atribuyen al exceso de trabajo y al aumento de la edad. Como resultado, una persona puede tardar en reconocer que tiene un problema.

Otros síntomas que pueden aparecer:

  • Sensación de un sueño superficial que no ayuda a sentirse descansado, sensación de atontado, torpeza
  • Despertares con sensación de asfixia, ahogo o agitación. 
  • Despertares que provocan dificultad para volver a conciliar el sueño (insomnio)
  • Dolores de cabeza en la mañana
  • Sequedad de la boca o dolor de garganta.
  • Despertarse frecuentemente para orinar.
  • Desgano, dificultad para concentrarse, olvidos frecuentes. Cambios en el humor.
  • Movimientos involuntarios al dormir.

 

Factores predisponentes

Ciertos factores aumentan el riesgo de apnea del sueño

  • Aumento de la edad: ocurre en todas las edades, pero es más común en adultos de mediana edad y adultos mayores.
  • Sexo masculino: Es dos veces más común en los hombres, especialmente en la mediana edad.
  • Menopausia.
  • Obesidad: cuanto más obesa es una persona, es más probable que tenga apnea del sueño.
  • Uso de sedantes o alcohol: esto interfiere con la capacidad de despertarse del sueño y puede prolongar los períodos de apnea (sin respiración)
  • Alteraciones de la anatomía craneofacial y del cuello
  • Antecedentes familiares de ronquidos y apneas del sueño

 

Cómo afecta mi salud?

La somnolencia diurna y dificultad para concentrarse, trae como consecuencia un mayor riesgo de accidentes y errores en las actividades diarias. Los pacientes tienen más probabilidades de sufrir un accidente automovilístico al manejar. 

Además, los pacientes no tratados, pueden tener un mayor riesgo de problemas cardiovasculares como presión arterial alta, infarto cardíaco, arritmias cardiacas o accidente cerebrovascular.

 

Cómo se realiza el diagnóstico?

Se sugiere consultar a un especialista en medicina del sueño (puede ser un neumonólogo, neurólogo u otorrinolaringólogo) el cual según el interrogatorio junto a los antecedentes del paciente y el examen físico, puede hacerlo sospechar, lo que lleva a la solicitud de estudios específicos para su diagnóstico.

Estudios que realizamos para el diagnóstico:

  • Polisomnografía. Es el más complejo y mide el esfuerzo respiratorio, el flujo de aire, el nivel de oxígeno en la sangre, la frecuencia cardíaca, la duración de las diversas etapas del sueño, la posición del cuerpo y el movimiento de los brazos / piernas.
    Suele hacerse en un laboratorio de sueño (en el Hospital Italiano lo realiza Neurología), en la mayoría de los casos, el paciente tiene que quedarse internado una noche en la institución.

 

  • Poligrafía respiratoria: Son dispositivos más simples, que suelen usarse en el hogar. Monitorean la respiración, los niveles de oxígeno en sangre, la posición y la frecuencia cardíaca.
    Estudio que realizamos en neumonología. Se enseña la colocación y su uso, luego el paciente se llevará el equipo a su casa, para usarlo una noche.

 

Cuál es el tratamiento?

El objetivo del tratamiento es mantener una vía aérea abierta durante el sueño. El tratamiento efectivo eliminará los síntomas de las alteraciones del sueño y la reducción de las consecuencias para la salud a largo plazo. La mayoría de los tratamientos requieren un uso nocturno.