Endocrinología
Cáncer de tiroides: ¿qué es importante saber?
Su detección implica el comienzo de una etapa de tratamientos y cuidados. Información importante para entender más sobre esta enfermedad.
¿Qué es el cáncer de tiroides?
El cáncer de tiroides es un tumor maligno formado por células de la tiroides que han sufrido modificaciones genéticas y por lo tanto tienen un modo de crecer y agruparse diferentes a las células normales. Todos los cánceres de tiroides se originan en un nódulo de tiroides.
La glándula tiroides se encuentra ubicada en la cara anterior del cuello. Produce unos compuestos químicos que son vertidos al torrente sanguíneo (hormonas).
¿Cuál es su causa?
Se origina por pequeños defectos o mutaciones del material genético de las células de la tiroides que desencadenan un crecimiento anormal y una tendencia a extenderse por fuera de la glándula y transmitirse por vía linfática o sanguínea a tejidos y órganos alejados.
¿Qué tipos de cáncer de tiroides existen?
El tipo más común es el cáncer diferenciado de tiroides, dentro del cual se encuentra el cáncer papilar de tiroides, que constituye más del 90% de todos los cánceres de tiroides.
Tiene un excelente pronóstico para la mayoría de los casos, dependiendo de la subvariedad de la que se trate, de la extensión al diagnóstico y de algunas características propias del tumor.
Síntomas y diagnóstico
La mayoría de las veces no hay síntomas. Tampoco suele hacerse una búsqueda preventiva con ecografías para el hallazgo precoz. En general, se detectan a través de un estudio de imágenes (como la ecografía de cuello) o cuando el paciente o su médico, ve o palpa un bulto en el cuello.
El aspecto ecográfico de los nódulos tiroideos será un indicio por el cual se presuma que se trata de cáncer de tiroides. Según su aspecto, el nódulo puede revestir un riesgo muy alto, intermedio, bajo o muy bajo de ser maligno. Eso determina la necesidad de realizar una biopsia por punción con aguja fina para identificar con certeza los nódulos con cáncer. Esta práctica es ambulatoria, dura un corto tiempo y se realiza bajo control ecográfico y de un patólogo para asegurar una buena calidad del estudio.
Tratamientos disponibles
El tratamiento inicial ante un diagnóstico de cáncer de tiroides es la cirugía. En algunos casos, se agrega la administración de yodo radioactivo.
La radioterapia externa es de uso excepcional y como la quimioterapia con agentes específicos, se reserva a casos avanzados.
El seguimiento se basa en la medición de parámetros bioquímicos (tiroglobulina) a través de análisis de laboratorio y en una ecografía de cuello a intervalos determinados por el médico tratante.
Cirugía de cáncer de tiroides
¿En qué consiste?
En la intervención se hace la remoción de la mitad o de la totalidad de la glándula tiroides. La elección del procedimiento depende de los resultados de la biopsia, del tamaño del tumor y de la presencia o no de patología en el lóbulo contralateral.
Cuando hay compromiso ganglionar, además de resecar la glándula, puede ser necesario remover esos ganglios del cuello comprometidos.
Cuando el cáncer se encuentra localizado en la glándula tiroides, el procedimiento dura unas 2 horas y se realiza bajo anestesia general.
¿Cómo prepararse para la cirugía?
Antes de la intervención, se necesita una biopsia por punción que haya sido realizada en una institución con probada experiencia, una ecografía de cuello que informe también sobre el estado de los compartimientos ganglionares cervicales y un examen de cuerdas vocales para descartar cualquier patología preexistente que necesite ser tomada en la planificación del procedimiento.
¿Cómo es el postoperatorio?
El postoperatorio es muy bien tolerado, con leves molestias que se suelen controlar con analgésicos comunes.
Un tercio de los pacientes puede requerir además el aporte de calcio en comprimidos o endovenoso, habitualmente en forma transitoria.
Yodo radiactivo
La administración de yodo radioactivo en el cáncer de tiroides puede tener dos objetivos:
- Destruir el tejido tiroideo normal residual para facilitar el seguimiento postoperatorio
- Destruir restos de cáncer de tiroides persistentes después de la cirugía y/o identificar metástasis a distancia.
La dosis de yodo radioactivo varía de acuerdo al objetivo del tratamiento, siendo baja en el primer caso y un poco mayor en el segundo. Se administra por boca, a través de una cápsula que prescribe el médico tratante. Si sos mujer y estás en edad fértil, te solicitarán un test de embarazo 48 horas antes de la ingesta. Generalmente también se indica una dieta restringida en yodo por lo menos 7 días antes del tratamiento.
Unos días después de la administración de yodo radiactivo, se realizará un centellograma, también llamado “rastreo”, para identificar la localización del posible tejido normal o canceroso remanente. Para eso es importante contar con un tomógrafo especial (SPECT/CT) que crea imágenes anatómicas utilizando la señal radioactiva del yodo, parecidas a las de tomografía computada convencional. El equipo capta yodo radiactivo en forma tridimensional y, por lo tanto, genera un mayor grado de certeza en la ubicación anatómica del tejido.
No siempre es necesario recibir yodo radiactivo después de la cirugía. El endocrinólogo, el cirujano y el médico nuclear evalúan la conveniencia de administrarlo de acuerdo a los resultados del análisis de la pieza quirúrgica por anatomía patológica, los datos clínicos y datos de la cirugía.
¿Cómo se protege a otras personas de los efectos de la radiación?
Las medidas varían de acuerdo a la actividad administrada. Básicamente consisten en mantener una distancia de 1 metro y medio con las personas convivientes y extremar las medidas de higiene de manos y del baño, ya que el yodo radiactivo se elimina fundamentalmente por orina, materia fecal y saliva.
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Contenido educativo para pacientes, basado en los conceptos provistos por los profesionales del Servicio de Endocrinología, elaborado por el Área de Educación para la Salud, Hospital Italiano de Bs. As. Este contenido es de índole general y no reemplaza las indicaciones particulares de los profesionales.