Preparar ricas comidas, y que además sean sanas, implica más que un saber, requiere también contar con buenos utensilios de cocina. 

Están los básicos (una olla mediana con tapa, un sartén, un buen cuchillo y una tabla) y otros que se fueron desarrollando en el siglo XX, (microondas, horno eléctrico, el freezer) que fueron colaborando en la organización de un comida buena para la salud y en ganar tiempo. 

Los venimos destacando en diferentes contenidos de la sección que, hace años, nombramos Comer Hace Bien y están detallados sus fundamentos en este ebook gratuito que podés bajar acá. Incluso más pensamos que nos ayudan a evitar uno de los males alimentarios de nuestro tiempo, el delivery”. Técnicamente es hablar de la logística, una dimensión invisible  de la salud. 

¿Hay nuevos aliados en la cocina? ¿Qué sucede con los artefactos que siguen saliendo? Hicimos la prueba de consultar a la comunidad sobre la olla a presión eléctrica, para saber si puede darnos algunas ventajas en esta cruzada por incorporar más vegetales, sobre todo los que más nos cuestan, como las legumbres y hacer de las comidas una oportunidad de ganar salud.

Un viejo invento reeditado. Quienes tengan más años recordarán las antiguas ollas de metal con su válvula y el conocido sonido que emitían al liberar vapor. ¡Es que se trata de un invento muy antiguo! Y su nacimiento está vinculado al comienzo de la revolución industrial, cuando las máquinas de vapor cambiaron el mundo. 

Ahora, eléctricas y digitales. Hace pocos años regresaron con modernos displays, programas y modos de funcionamiento automático. Pero manteniendo dos principios fundamentales: ahorrar tiempos de cocción y lograr ricas comidas gracias a las intensas temperaturas en las cuales cocina.

 “Los vegetales se cocinan muy rápido y las carnes quedan muy bien, el corte que sea. Todo queda tiernito en esa olla.” 

Ventajas y desventajas

Reunimos opiniones de la comunidad que la está utilizando hace tiempo para saber más sobre las ollas a presión eléctricas.

• En el invierno te lucís. “Yo la compré para hacer estofados, ya que me gusta la carne cuando se puede comer desmechada, cocida en su salsa. Pero me sorprendí haciendo ricas sopas caseras de distintos vegetales, salsas, guisos..”
• La ventaja principal son los tiempos. “Hacés una carne desmechada o al estofado en 45 minutos poniendo todos los ingredientes juntos. Una sopa casera sale en 15 minutos, las papas para un puré en 7. Un tuco casero como el que hacía la abuela en más de una hora lo hacés en 20 minutos. Además no tenés que estar ahí al lado, hasta te podés ir de casa y cuando finaliza el tiempo se apaga sola.”
• Te facilita la  logística en casa. “Ponés todo junto y dejás haciendo la comida mientras buscás a los chicos a la escuela. Volvés y sacás todo recién hecho, bien calentito.  No ensuciás porque se hace todo junto en un solo recipiente que después es fácil de lavar. Y durante la cocción, al ser cerrada, evitás salpicar toda la cocina.”
• Sencillas de usar y con muchas posibilidades. “Son muy seguras y aunque traen su manual, aprendés rápido a usarlas. La cantidad de recetas parece infinita, hay quienes hacen tortas, dulces. También trae un accesorio para cocinar al vapor.”
• La pueden usar los adolescentes. “Es fácil de programar y sabiendo las recetas ellos pueden prepararse la comida solos cuando llegan de la escuela, o vuelven de una salida tarde.”
• ¿El tamaño? Puede ser una desventaja. “Si bien hay diferentes opciones, la estándar ocupa bastante lugar y al ser redonda tiene que tener su rinconcito. A la vez, por dentro, el espacio de cocción no es más grande que una olla de las clásicas para hacer un guiso. Hay que tener eso en cuenta si la familia es muy numerosa.
• Barata no es. “También hay que cuidarla, son importadas y los repuestos no se consiguen acá, se compran desde el exterior. Me tocó reemplazar una pequeña pieza que se me extravió y pedí por una página web. Me llegó bien, por correo y a muy bajo precio.”

“La olla tarda unos 15 minutos en llegar a la presión indicada. Una vez lograda esa temperatura, comienza el display a contar los minutos de cocción. Al llegar a cero, se detiene sola.”

Algunas recetas por si ya la tenés 

Compartimos tres preparaciones que nos enviaron y tienen la impronta de Comer Hace Bien, ricas en vegetales y pobres en sodio y grasas.

Carne estofada con tuco casero. 
Elegí un corte de carne de aproximadamente 1 kilo, desgrasalo y cortado en trozos grandes. Introducilo en la olla junto con 1 litro y 1/2 de tomates al natural (una botella y dos cartoncitos, por ejemplo). Agregale 3 cebollas y 2 morrones picados, 1 zanahoria cortada en pequeños trozos y 3 dientes de ajo cortaditos. Condimentá con pimentón ahumado, pimienta, ají molido, aceite de oliva, 2 hojas de laurel o lo que te guste y cociná a alta presión durante 45 minutos. Una vez terminado el ciclo, liberá la presión de la válvula con cuidado de no quemarte con el vapor que sale. Recién después podrás destaparla.

Sopa crema de calabazas, zanahorias y cebollas. 
Pelá y cortá en rodajas 1 calabaza o cabutia, agregale 2 cebollas, 1 zanahoria, puerro, apio, 1 diente de ajo, todo cortado en trozos medianos. Incorporá todo en la olla con agua (lo suficiente como para que funcione correctamente pero sin llegar a cubrir todas las verduras).Cociná por  5 minutos a alta presión.. Una vez terminado el ciclo, liberá la presión de la válvula con cuidado de no quemarte con el vapor que sale. Recién después podrás destaparla. Mixá todo dentro de la olla y serví directo con un toque de perejil. Podés hacerlo con cualquier verdura que tengas o ir probando variantes.

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Contenido educativo para pacientes, elaborado por el Área de Educación para la Salud, Hospital Italiano de Bs. As. Este contenido es de índole general y no reemplaza las indicaciones particulares de los profesionales.

Actualización: Agosto 2024.